Brujería: Preguntas frecuentes

¿Qué es la brujería?

La brujería es la recopilación de las creencias rurales sobre magia cuyo origen proviene desde los tiempos Etruscos, y quizás más allá pero nadie puede decir eso en realidad, porque cada rama de la brujería tiene una raíz distinto y de hecho, la mayoría proviene de otras.


¿La brujería y la Wicca son lo mismo?

No. La Wicca proviene de la brujería que es distinto.
La Wicca es moderna, fue creada por Gardner en 1954 y está basada en una serie de investigaciones sobre grupos ingleses de raíces celtas.


¿En qué creen las brujas?

Creemos en Dioses que están vinculados a determinadas formas de energía que consideramos pueden estar representadas por una forma espiritual.


¿Creen en la reencarnación?

Sí, en la Brujería se acepta la reencarnación como la transformación de la energía personal en busca de la perfección y su unión definitiva con la Energía Universal. Igualmente, la Brujería acepta el principio del Libre Albedrío, según la cual las leyes universales y naturales no deciden por el alma el siguiente paso de conciencia. Es así, que la energía personal puede decidir cuantas veces debe reencarnar, en que momento debe hacerlo, y en que lugar.


¿Qué celebran?

Celebramos los ciclos de la Luna, porque para nosotros la energía divina es femenina (creacionista) y la luna la representa en todas sus fases. Celebramos el sol, porque creemos que todo elemento de la vida normal tiene su contraparte. Y de ese equilibrio, nace lo que llamamos realidad.


¿Puede una persona que no tiene 'dones' practicar la brujería?

Un don es una cualidad provocada por la genética, y obviamente, ésta no condiciona la religión de nadie. Entonces, una persona que no los posee está tan habilitada como una persona que sí de practicarla.
No se necesita ver espíritus o ser empático para creer en los Dioses, celebrar los ciclos del Sol y la Luna, conocer las propiedades de las hierbas, las correspondencias de las velas y los aceites.


¿Tiene la brujería dogmas?

No. La brujería es una religión que se pasa de generación en generación, es un camino personal, una manifestación íntima de fe. No tiene una estructura específica impuesta por una institución como en el caso del catolicismo.